Frente a la emisión de 42 millones de dólares hubo un total ofertado de casi 147 millones de dólares, 3,5 veces más. El comunicado sostiene que "en el tramo minorista, aquel que comprendía inversiones entre 100 y 20.000 dólares, se recibieron suscripciones por 88.303.090 dólares, mientras que en el mayorista las mismas totalizaron 61.472.000 dólares". Las emisiones eran de 20 y 22 millones, respectivamente.
Hubo más de 10.000 inversores minoristas, con 35% de ellos provenientes del interior del país. El 15% de los minoristas suscribió acciones por 100 dólares, que era el mínimo establecido, algo que para el presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla, da una idea del impacto que "esta propuesta tuvo en gente que dispone de una muy pequeña capacidad de ahorro, y que confió en UTE y en este instrumento para volcar sus recursos".
De los 20 millones de dólares disponibles para el sector minorista, el máximo asignado por inversor fue de 2.520 dólares; el 22%, unos 4,5 millones de dólares, fueron colocados "en inversiones que iban desde 100 a 2.000 dólares". Estos inversores representaron el 40% de los ahorristas minoristas y pudieron acceder al 100% de lo emitido. La adjudicación promedio en este tramo fue de 1.150 dólares y el 50% de estos ahorristas colocó menos de 1.000 dólares, cuya edad promedio fue de 47 años, mientras que el 18% de los compradores de acciones tienen menos de 30 años.
En el tramo mayorista, el precio de corte llegó a 115% del valor, lo que determinó un excedente de 3,3 millones de dólares para UTE en la colocación.
Según explicó Casaravilla, en los últimos años "1.000 MW de potencia eólica fueron instalados por inversores privados y otros 300 han sido impulsados por UTE, en exclusividad o bajo distintas formas asociativas", en el último caso, "apelando a un instrumento novedoso para un emprendimiento de estas características y con un éxito demostrado en las cifras".