La Hoja de Ruta aunque se centra en la solar y la eólica, también contempla nuevos desarrollos hidroeléctricos con capacidad de regulación y la incorporación de otras fuentes, como la geotermia, la biomasa y la energía del mar.
También, entre otros puntos, en lo que respecta a los estándares ambientales, precisamente hoy mismo fue presentad el compromiso chileno ante el comité que está preparando la 21º Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP21), a celebrarse en París en diciembre próximo. Este compromiso plantea que para 2030 Chile reducirá sus emisiones de CO2 por unidad de PIB en un 30% con respecto al nivel alcanzado en 2007.
En la presentación, el ministro Pacheco dijo que "Chile está en condiciones de retomar su ADN renovable", y también que "si no tenemos petróleo ni gas, es lógico que retomemos nuestra vocación renovable".
El Comité Consultivo reúne a 27 actores clave del ámbito energético del sector público, privado, sociedad civil y academia, incluida la participación regional.
Según se explica desde la Asociación Chilena de Energías Renovables (Acera), "la Hoja de Ruta es el resumen de diversos análisis técnicos acordados entre los 27 actores de diferentes sectores que conformaron el Comité Consultivo, que dan cuenta que se puede aspirar a una matriz de generación eléctrica más diversificada, con una alta inserción de fuentes renovables, sin alterar la competitividad de los precios y además baja en emisiones, rompiendo así con el paradigma de que lograr simultáneamente esos objetivos no sería viable".
Desde Acera, además, se valora como muy positivo este paso, más si se tiene en cuenta que en septiembre de 2015 "se ha producido un 9,7% de energía ERNC del total de la matriz, mientras que para el 2010 –sólo 5 años antes- la cifra era muy diferente: el 1,47% provenía de fuentes renovables no convencionales".