El proyecto, ya aprobado por el organismo verificador y sin costo para el gobierno estatal, fue desarrollado por la alemana SBP, la misma empresa que está diseñando la nueva cobertura del estadio, también sede de los Juegos Olímpicos 2016.
Según sostuvo el secretario de Estado para la Casa Civil de Río de Janeiro, la empresa "Light asumirá la inversión para la implementación y mantenimiento de los paneles fotovoltaicos y después de su amortización, que se realizará a través de la venta de energía generada, la planta será transferida al Estado, que puede optar por seguir vendiendo esta energía en el mercado o utilizarlo en inmuebles públicos".
Se prevé que la electricidad generada por la planta podrá abastecer del 25% de la necesaria para el funcionamiento del estadio, aunque durante el primer lustro toda la energía que produzca será directamente comercializada. La inversión estimada es de 3,4 millones de dólares (2,6 millones de euros).
El acuerdo con Light contempla también 5,6 millones de dólares (4,3 millones de euros) para que el estado invierta en eficiencia energética; por ejemplo, tanto para el cambio por lámparas de bajo consumo como climatización, en otros edificios públicos. Además, la firma ha manifestado su intención de instalar sistemas fotovoltaicos en otros centros deportivos cariocas.
El diseño del nuevo estadio Maracaná seguirá el sistema LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental, por sus siglas en inglés), certificado que otorga el Green Building Council Brasil (GBC) a las empresas con alto rendimiento en medio ambiente y energía. Entre otros dispositivos eficientes, el estadio tendrá un sistema para captar agua de lluvia, lo que reducirá el uso del agua potable en un 50% para el riego del césped. El objetivo es reducir su consumo en un 30%.
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