La entidad que nuclea a la industria brasileña de la caña de azúcar (UNICA, por sus iniciales en portugués) celebró en un comunicado esta nueva situación. Allí se explica que “la actual legislación de los EE.UU., que incluye fuertes subsidios a la industria del etanol y una pesada carga contra el producto importado, expira el 31 de diciembre. Pero con el final de las actividades de este año en el Congreso de EE.UU. este viernes, no habrá oportunidad para cualquier medida que impida la apertura del etanol brasileño, a partir del primer día de 2012, del mayor mercado consumidor de combustible del mundo”.
A pesar de los distintos movimientos por la extensión de los subsidios y aranceles durante la última semana de trabajo en el Congreso, prevaleció la coalición de numerosas empresas y entidades en contra de estos incentivos, en la que participa UNICA. En los últimos meses, esa coalición intensificó su labor en contra de las subvenciones pagadas a los distribuidores que hacen la mezcla de etanol con gasolina, subsidios que cuestan a los contribuyentes estadounidenses alrededor de 6 mil millones de dólares (4,6 mil millones de euros por año).
El trabajo intenso fue contra el mantenimiento de la tasa de 0,54 dólar (0,41 euro) impuesto por Washington a cada galón (aprox. 3,78 litros) importado. Esa tasa impedía al etanol brasileño llegará al mercado de EE.UU. con precios competitivos.
"Este es el momento en el que Brasil y Estados Unidos, que en conjunto representan más del 80% de etanol en el mundo, deben mostrar liderazgo y trabajar juntos para crear un verdadero mercado mundial de etanol, libre de barreras arancelarias, tales como el que ya está ocurriendo con el petróleo. Los dos países deben dar ejemplo y animar al resto del mundo para producir y usar más etanol", dijo el presidente de UNICA, Marcos Jank.
Jank señaló que la victoria para el etanol brasileño en Washington llega en un momento de transición para la industria de la caña de azúcar brasileña, tratando de volver a crecer y de satisfacer la demanda de sus productos, lo que aumenta fuertemente dentro y fuera de Brasil.
"Hoy la prioridad es atender el mercado interno, pero con el final de la tarifa de EE.UU., se puede ver la consolidación del etanol como una mercancía internacional, como ya ocurre con el azúcar. Es una meta que el presidente Lula (Da Silva) ha llevado a cabo durante ocho años, que puede comenzar a ocurrir y a ayudar a impulsar un nuevo ciclo de crecimiento de la industria brasileña del azúcar y el etanol”, dijo Jank.
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