Germán Buitrón Méndez, investigador del Laboratorio de Investigación en Procesos Avanzados de Tratamiento de Aguas, en la Unidad Juriquilla de la UNAM, en Querétaro, encontró la formar de separar hidrógeno de las vinazas del tequila, emblemático licor mexicano, que al ponerse en combustión al fuego, puede generar energía de manera limpia.
Este proceso fue presentado en XIV Congreso Nacional de Biotecnología y Bioingeniería en Querétaro, que contó con la presencia de 300 expertos, todos ellos mexicanos.
Buitrón Méndez explicó que “se observó que es factible producir hidrógeno a partir de las aguas residuales de la industria tequilera. Las mejores condiciones para esta investigación se obtuvieron a 35 grados centígrados, un tiempo de reacción de 6 horas, pH –o nivel de acidez- de 5.5 y carga orgánica de 5 gramos por litro”.
Este proyecto de separación de hidrógeno de los restos del tequila fue financiado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Los científicos reunidos expusieron que el hidrógeno tiene altas posibilidades de convertirse en una fuente de energía del futuro, sobre todo ante el desbalance que existirá con la cada vez menor extracción del petróleo y el aumento en la demanda de energía.
“Una de las razones por las que el hidrógeno es muy atractivo es porque tiene una alta capacidad para generar calor con poca cantidad de este elemento”, señaló Germán Buitrón Méndez, y agregó: “El hidrógeno constituye una fuente de energía alternativa con múltiples ventajas. Tiene un alto poder calorífico (el valor energético de un kilogramo de hidrógeno es equivalente al de 2.4 kilogramos de metano), es transportable y como producto de su combustión sólo se genera agua”.
Si bien este método no es precisamente nuevo, pues ya se han hechos intentos de separación de hidrógeno en líquidos residuales de azúcares, almidones y celulósicos, “las vinazas del tequila resultaron ser hasta ahora una de las mejores opciones, sobre todo cuando se utiliza, como apoyo, a una bacteria de la industria cervecera”, explicó el científico queretano, y subrayó el hecho de que “los problemas que existen, y que parece resolver parcialmente el estudio de la UNAM, es que generalmente la cantidad de H2 que se recupera con los procedimientos actuales es apenas de entre 20% o 30% de todos los electrones que se podrían aprovechar de las aguas residuales”.
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