La medida ha generado muchas voces a favor y otras discordantes. Por ejemplo, para el presidente de la plataforma que impulsó la ley, Deb Doncaster, se trata de que la energía de la provincia entre “en un nuevo paradigma. La ley es una señal clara a la comunidad mundial de las energías renovables de que Ontario está abierta a los negocios."
Por su parte, el presidente del Consejo Norteamericano de Energía Renovable, Michael Eckhart, felicitó “a todos los de Ontario y Canadá por este destacado liderazgo en la adopción de la energía renovable. Este tipo de liderazgo político es beneficioso no sólo desde el punto de vista medioambiental y del clima, sino también es una inversión para nuevas empresas y nuevos puestos de trabajo.”
Para el secretario general de la Asociación Mundial de Energía Eólica, Ontario ha sentado “las bases para un auge de las energías renovables en la provincia, la primera legislación en su tipo en América del Norte”, y agregó que es también “un hito histórico internacional, con una ley que promete ser la más avanzada pieza de legislación sobre energía renovable en América del Norte.”
En eso coincide Hermann Scheer, presidente general del Consejo Mundial de las fuentes renovables y miembro del Parlamento alemán, quien afirmó que esta ley “representa un histórico cambio del paradigma jurídico, un jalón en la transición del sistema imperante en las energías renovables en América del Norte”.
"Con la actual aprobación de la Ley de Energía Verde, y las inversiones que lo apoyen, Ontario está empezando el camino a un futuro de empleos verdes”, dijo Ken Neumann, director nacional del Sindicato Metalúrgico de Canadá. “Los miembros de nuestro sindicato están listos y ansiosos para producir la próxima generación de energía limpia y productos, tales como molinos de viento de acero, y vidrio para paneles solares”
“Este es un momento emocionante para Ontario, nunca ha sido tan claro que las soluciones ambientales y económicas son las mismas”, afirmó el doctor Rick Smith, director ejecutivo de Defensa del Medio Ambiente. “Hoy, Ontario no sólo actúa en su obligación internacional de reducir los gases de efecto invernadero y la contaminación, se convierte en un líder en una industria emergente”, dijo.
Un reciente informe publicado por el Instituto de Investigación de Economía Política de la Universidad de Massachusetts-Amherst, estima que podrían crearse 90 mil puestos de trabajo por año a través de inversiones en conservación medioambiental, energías renovables y mejoras en la red eléctrica de Ontario. Los criterios de inversión utilizados en el informe son similares a los previstos en el marco de la nueva ley verde.
La Ley tiene por objeto mejorar los programas de conservación, promover la inversión en proyectos de energía renovable a través del primer programa feed-in tariff de América del Norte, y crear empleos verdes. Presentada en noviembre de 2008, la ley es la piedra angular del plan del gobierno de Ontario hacia la reducción de emisiones de los llamados gases invernadero, a la vez que un impulsó como líder mundial en el nuevo sector de las energías renovables.
La ley fue aprobada con 59 votos a favor y 13 en contra, aún a pesar de la férrea oposición de los conservadores, quienes argumentaron que este tipo de medidas supondría un costo extra para los consumidores.
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