El estudio, dirigido por el investigador del INPA Otoniel Ribeiro Duarte, ha concluido que el fruto de la palmera “inajá” (Maximiliana maripa (Aublet) Drude), tiene una semilla con un 62 a 67 % de aceite. Esta palmera, conocida como cururito, por su nombre en castellano, tiene extendida presencia en la región amazónica, principalmente en el estado de Roraima, y en el centro oeste de Sudamérica.
El cururito es una palmera que puede alcanzar los 20 metros de altura, tiene frutas de pulpa suculenta y comestible, y una semilla de la que se extrae un aceite que también es utilizado gastronómicamente.
Otro aspecto destacado de este vegetal es que los residuos de sus semillas y frutos pueden mezclarse a los alimentos habituales de aves y cerdos.
Ribeiro Duarte ha enfatizado en su estudio, en rigor una tesis de doctorado coordinada por el INPA, que el manejo de esta palmera oleaginosa en tierras de pastoreo y campos es una alternativa interesante. Su alta regeneración y adecuación a ambientes abiertos, adaptación a suelos químicamente pobres, ausencia de espinas y su alta productividad en aceites, permite un manejo barato y fácil, y puede generar renta a los pequeños productores rurales.
También la palmera parece indicada para el aprovechamiento racional, lo que ofrece posibilidades para la fijación del hombre en el campo y con eso evitar el éxodo y el aumento de la deforestación en el Amazonas.