Fontelles indicó que la idea es cumplir un nivel de mezcla a la gasolina de 25 por ciento de etanol, y su uso de entre el 50 y 55 por ciento en los vehículos flexibles flex-fuel. También indicó que el programa se basa en tres medidas que atenderán la creciente demanda nacional de etanol y, potencialmente, la externa.
La primera medida es la reposición de hasta 2015 de 6,4 millones de hectáreas para la producción de caña de azúcar, con la recuperación de la productividad en los cañaverales y para el que destinará 17 mil millones de dólares (26 mil millones de euros).
La segunda es satisfacer la capacidad instalada en las centrales azucareras, para lo cual dispondrán de unos 5 mil millones de dólares (3,7 mil millones de euros).
Y la tercera es elevar la oferta de materia prima para las industrias con el aumento de las áreas de producción de caña de azúcar en 3,8 millones de hectáreas, al que dedicará unos 13 mil millones de dólares (9,6 mil millones de euro) hasta 2015.
Respecto a la reposición de los cañaverales y la nueva área de cultivo, la Empresa Brasileña de Pesquisa Agropecuaria (Empbrapa) colaborará con el desarrollo de variedades resistentes a la sequía y adaptadas a las condiciones climáticas de la Región Centro-Oeste del país.
Embrapa también ayudará en la búsqueda de tecnologías para la producción de etanol celulósico, fundamental para el aprovechamiento de la biomasa de la caña de azúcar. En ese sentido, Fontelles apuntó que el Plan Estratégico incluye además la capacitación y organización de los productores rurales en asociaciones y cooperativas para optimizar su participación en la cadena productiva.
Para asignar fondos, el Gobierno anunció que lo hará a través de los bancos, para que lo canalicen a los productores independientes y a los molinos. Además el crédito estará disponible para la construcción de silos de almacenamiento de etanol.
La movida del gobierno brasileño debe leerse como un intento de reimpulsar a un sector que vive horas inciertas, en gran medida por los altos precios del etanol a boca de surtidor, que han hecho que muchos conductores se acerquen más a la gasolina. Una cosecha de caña decepcionante el año pasado y la subida de los precios internacionales del edulcorante están entre los motivos de esa escalada de precios que ha dado como resultado la falta de etanol para consumo local. Incluso, por primera vez, el país ha debido importarlo desde Estados Unidos.
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