LA CPV utiliza lentes de aumento para enfocar la luz solar sobre pequeñas células fotovoltaicas de 0,7 centímetros cuadrados. Así, consigue concentrar la luz, mejorar la eficiencia de las células y reducir la cantidad de material para su fabricación. Los paneles son por lo general cuadrados, de casi 24 metros de lado, cada uno con más de mil pares de lentes y células. Montados sobre unos sistemas de seguimiento, los paneles se mantienen a 0,8 grados de inclinación respecto al ángulo del sol.
La construcción de la fábrica, ubicada en el norte de la ciudad de Las Vegas, implicó una inversión de casi 18 millones de dólares (12,5 millones de euros), financiado con un crédito fiscal de 5,9 millones de dólares (4,1 millones de euros), y otros 12 millones de dólares (8,3 millones de euros) de capital privado.
El estado de Nevada, cuyas autoridades impulsaron y apoyaron el proyecto, tiene como objetivo alcanzar 2025 con el 35% de energías renovables en su matriz energética.
En tanto, el llamado Proyecto de Generación de Alamosa Solar, está localizado en el condado de Alamosa, y venderá toda su producción de electricidad a la Empresa de Servicios Públicos de Colorado. La planta producirá alrededor de 75.000 MWh al año, suficiente para alimentar a más de 6.500 hogares, y evitará la emisión de más de 43.000 toneladas de dióxido de carbono anuales.
Este proyecto ha recibido una garantía de 90,6 millones dólares (63,2 millones de euros) de préstamos federales. Según Brett Prior, analista senior de GTM Research, si bien ésta tecnología recién está en su fase inicial, con apenas 28 MW en operación, tiene 41 MW en construcción y otros 621 MW en desarrollo.
Prior sostuvo en un reciente seminario que el número de proyectos a nivel mundial de CPV debe saltar a más de 1.000 MW en 2015.
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