En su mensaje, difundido por cadena de radio y televisión, Correa dijo que hasta el momento sólo existen 13,3 millones de dólares en fondos disponibles depositados en los fideicomisos Yasuní-ITT, el 0,37% de lo esperado, según afirmó. También refirió que con los compromisos no directamente vinculados a la Iniciativa se llega a 116 millones de dólares.
“Pienso que la iniciativa se adelantó a los tiempos, y no pudo o no quiso ser comprendida por los responsables del cambio climático”, dijo y agregó: “Lamentablemente, tenemos que decir que el mundo nos ha fallado”.
Más adelante, el presidente ecuatoriano aseguró que “no era caridad lo que pedíamos, era corresponsabilidad en la lucha contra el cambio climático”, y afirmó que, con la propuesta, el país sacrificaba 3.600 millones de dólares de renta petrolera, que debían haber sido cubiertos por la comunidad internacional.
Correa dijo que con las reservas petroleras del Bloque Ishpingo-Tiputini-Tambococha (ITT), estimadas en alrededor de 920 millones de barriles -20% de las reservas comprobadas del país-, se hubiera evitado la emisión de más de 400 millones de toneladas de CO2.
Según aseguró, esta es una de las decisiones más difíciles que ha tomado durante su Gobierno, iniciado en 2007; también que la explotación afectará menos del 1% del Parque Nacional Yasuní, cuya superficie supera el millón de hectáreas.
Como era de esperar, el anuncio ha despertado quejas en grupos ambientalistas y en las comunidades indígenas. En ese sentido, el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), Humberto Cholango, escribió en twitter que "ahora toca a todos (los) ecuatorianos defender Yasuní y a los pueblos en aislamiento" que habitan en esa zona de la selva amazónica.
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